Generalmente paso el día pensando y sacando conclusiones,
repitiendo una y otra vez las situaciones desde diferentes puntos de vista,
pero aún así, no consigo resolver nada. La gente me habla, pero mis asuntos consiguen
tomar primer lugar, quizás esta es la razón de la cual soy demasiado distraído.
A veces creo que no es necesario detenerse a pensar, las respuestas se empiezan
a dar por si solas, con el curso del
tiempo, pero el sentimiento con el
tiempo es más fuerte, y desde allí
comienza la desesperación, las acciones
impulsivas y la angustia que maneja todos estos desenlaces finales.
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